La respuesta es sencilla: impulsar una visión conjunta entre tecnología y negocio, y ejecutar de forma colaborativa los esfuerzos necesarios para llegar a ese objetivo. Esto significa que TI debe ser vista como una función clave para la definición de la estrategia y la implementación, para aprovechar al máximo la eficiencia, agilidad y capacidades con funciones tecnológicas de clase mundial.
Sin embargo, algunos retos como simplificar y armonizar tecnología frente a las necesidades del negocio, problemas con los datos, complejidad en la arquitectura, escasez de talento humano en tecnología y crecientes amenazas de ciberseguridad, impiden alcanzar el éxito en la transformación digital.
Lograr este éxito requiere un compromiso y una colaboración entre tecnología y negocio. Es necesario contar con una estructura que asegure los esfuerzos y recursos hacia el camino sugerido.
Además, las compañías deben estar siempre actualizadas con la tecnología más reciente, para aprovechar al máximo sus capacidades y ventajas. Esto significa optimizar los procesos, mejorar la calidad de servicio y reducir los costos.
Por último, es crítico que las compañías se preparen para los riesgos de seguridad y cumplan con los requerimientos de ciberseguridad. Esto significa contar con un plan robusto para proteger sus datos, sistemas y activos.
En conclusión, para alcanzar el éxito en la transformación digital, es esencial que las compañías cuenten con una visión conjunta entre tecnología y negocio, y trabajen de forma colaborativa para alcanzar los objetivos trazados. Esto permitirá contar con funciones tecnológicas de clase mundial, mejorar la eficiencia, agilidad y capacidades, y evitar los retos mencionados, mientras se preparan para los riesgos de seguridad.

Eliana Fernández
Gigas